Tengo pocos recuerdos de mi infancia, y de mi adolescencia apenas sin conservo diez o quince. Y de todos ellos me quiero deshacer, o transformar. Quiero,en todo ellos, (des)escribirme desde fuera, decir por ejemplo, Fernando, creo, estaba enfermo aquel día.
Espero el día en que mis recuerdos y yo nos reconciliemos. En que vuelvan a mí, no como una habitación vacía y abandonada, sino como una sensación definitiva e infinita
Quiero un recuerdo que sea el centro del tiempo, que se coloque ante mí como todos los recuerdos posibles.
Y dejarme vencer, de forma absoluta, por la ultima enfermedad de todas las que poseo: la vida.
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