lunes, marzo 31, 2008

gershwin and jobim???

mientras la razón reflexiobvia, el sueño de la razón-otra produce lo imposible



méxico, 27 de marzo 08

¿Qué tal Don Fernando, qué dice el Viejo Mundo? Pues yo acá sigo en mi querido pero caótico México. Hace tiempo te envié un mail contándote de un viaje que hice al desierto, ¿te llegó?
Bueno, pues ahorita ando ocupadona con las cosas de la boda de mi hermana. Todo es muy raro, desde el hecho de que se case por la iglesia, que haya fiesta de salón, que yo sea madrina y tenga que mandarme hacer vestido y tener que pensar en usar tacones, jaja, todo muy alejado de mi realidad. Pero ha sido bueno, porque me ha dado oportunidad de hacer cosas con ella y con mi familia y recuperar el tiempo alejada.
He estado trabajando un poco en la tesis, que ahora tomó un giro pequeño y se encaminó hacia el ecofeminismo/feminismo ecológico. Andaba nada inspirada, y luego tuve unas fallas tecnológicas que hicieron que perdiera la info que tenía ya en la compu. Creo fueron más causados por algún duendecillo travieso y no por la tecnología, porque también desaparecieron los respaldos.
Dejé atrás el pánico y la decepción y lo vi más como una señal, una necesidad de un cambio.Así que me puse a tantear diferentes temas que me habían interesado en el máster, como la situación de las mujeres exiliadas de Tíbet, el ecobudismo y el ecofeminismo. Y de pronto me encontré con algo que me hechizó: un movimiento llamada Chipko, que es en general un movimiento ecológico originado por mujeres campesinas de la India que se abrazaban a los árboles para que no los talaran. ¡¡A poco no es increíble!!
Además tiene todo lo que me interesa, se originó en India, por mujeres ecologistas y tiene raíces en la satyagrhaha, la no violencia de mi querido Gandhi. Así que eso me inspiró y ahora estoy buscando algo parecido en México.
Y bueno, saturada un poco por el bodorrio de mi hermana, decidí hacer un pequeño viajecito con mi mejor amiga y su esposo. Nos fuimos a un pueblito en las montañas que se llama Xilitla. Yo viví ahí seis meses, mientras hacía mi trabajo de campo de la carrera e hice mi tesis sobre una organización de mujeres indígenas de esa zona.
Xilitla es muy mágico, muy misterioso. Imagínate que Edward James, un europeo ricachón amigo de Dalí, viajó buscando el lugar perfecto para construir su castillo y escogió Xilitla. Vivió ahí hasta su muerte y construyó su "castillo" y muchas esculturas surrealistas, un lugar muy loco.
Después de que acabé el trabajo de campo, iba muy seguido; pero por una cosa u otra no había podido regresar desde el 2004. La verdad que la vuelta fue más bonita de lo que me esperaba. Ya sabes, la gente nunca olvida y el cariño sigue presente.
Estuvimos una semana por allá; unos días en la cabecera municipal y otros en dos comunidades. En el pueblo, nos quedamos con un Don que es curandero y también fui a visitar a mi abuelita adoptada, con quien rentaba un cuarto. Fue muy chido pero raro, porque la edad le había pegado ya y casi no se acordaba de mí. Es muy fuerte que alguien a quien quieres tanto y que te quiso tanto no se acuerde de tí; pero de pronto se le iluminaban los ojitos y se acordaba de algo.
Y en Papatlal y Petatillo, las comunidades, me fue increíble. Ahí nos quedamos con una pareja que son también como mis abuelitos. Es increíble como todo ha cambiado pero a la vez es igual. Ya están comenzando a construir la carretera, aunque todavía hay que llegar en las típicas camionetas de carga, que te traen como vacas, rebotando por todas partes, bajo el Sol. La luz ya llegó a todas las comunidades, aunque el agua todavía no.
Xilitla es una zona cafetalera, por lo que están entre la pobreza y la pobreza extrema. Es muy triste escuchar cuando tu "abuelo" te cuenta que el año pasado no hubo cosecha de café por el cambio climático, (bueno, ellos dicen que por la calor), pero con una sonrisa te dicen que Dios mediante, este año sí va a haber. Es increíble la fe que tienen y como lo más sencillo puede traerles alegría en un segundo y al mismo tiempo pueden aguantar terribles noticias sin inmutarse. La verdad es que fue una lección tras otra el estar con ellos.
A mí me sirvió mucho para aterrizarme, para recordarme mi camino, mi misión. El aire de las montañas, los cafetales, el olor a fueguito, a tierra, el cielo limpio, las tortillas hechas a mano de verdadero maíz, los frijolitos, las sonrisas de mis viejitos, la vida sencilla pero digna... todo, me dio fuerza y esperanza. Regresé como de mi viaje de Alemania, recuerdas, pero al doble.
Y bueno, eso es todo de mi vida. Tú cómo andas, cómo va el trabajo, que ha pasado por tu vida. O como dicen los de Xilitla, en náhuatl, la lengua de los aztecas, "¿Tlein quihtoa moyolo?", que significa "¿Qué dice tu corazón?". Me encanta esa forma de preguntar cómo está uno, porque implica todo, la pura verdad, la pura neta.
Bueno, mejor me despido, porque cuando recuerdo mis clases de náhuatl, empiezo a debrayar. Pero cuéntame lo que dice tu corazón o lo que quieras. Un abrazo, y no te pierdas, mi querido ex-compi.

miércoles, marzo 12, 2008

franklin ramírez gallegos

¿Doble vara democrática?

Noventa mil personas en una movilización, 140.000 o más en otra. ¿Qué más da? Las dos marchas “ciudadanas” convocadas en Guayaquil por los más importantes líderes políticos del Ecuador –nacional el uno, local el otro– dejaron ver, sobre todo, la capacidad de sus respectivas ‘maquinarias políticas’ para movilizar adeptos, simpatizantes, despistados y obligados. Fueron “marchas de aparato” que pusieron a prueba las organizaciones, redes y recursos de Alianza PAIS y la estructura gubernamental, por un lado, y, por otro, del deshilachado Partido Social Cristiano y la agencia municipal bajo su comando.

Vistas así, se relativizan las evaluaciones ‘exitistas’ de uno y otro campo y, sobre todo, de una opinión pública (publicada) que no ha hecho sino reaccionar con un sinnúmero de automatismos ante la vigente coyuntura. ¿No era, acaso, previsible que una marcha convocada haciendo uso del alegato identitario, en su ciudad y en día jueves, por una autoridad legítima que pertenece al grupo de poder que la ha gobernado durante los últimos quince años, con pleno control del sistema político y del gobierno local (y pocos han hablado en este caso de concentración de poderes), pueda tener una convocatoria de tal magnitud?

Amén del “pantallazo” de las multitudes, el ‘recurso a las masas’ forma parte de las demostraciones de fuerza inherentes a un ciclo en que un proyecto nacional de cambio pone en vilo el comportamiento inercial de múltiples grupos de poder y activa su enconada resistencia. Dichas demostraciones conllevarían una efectiva capitalización política, sin embargo, solo si amplían su campo de articulaciones y van más allá de lo que su ‘aparato’ encarna. Más en el bando localista, que en el nacional, eso está aún por verse.

El conflicto es, en cualquier caso, consustancial a los procesos de cambio y ello es más cierto en países como Ecuador, donde las capacidades de mediación institucional de la política están pulverizadas. Mientras no se reconstruya el sistema político buena parte de la puja por el cambio pasará por las calles.

Tal es, de todos modos, un síntoma democrático que los bienpensantes liberales, dominantes en la opinión pública nacional, despreciaron en los noventa cuando el movimiento indígena era el protagonista de la protesta. Hoy, cuando el signo es contrario, la celebran sin disimulo. Un prestigioso diario capitalino se refiere incluso a la marcha del cabildo como “un verdadero plebiscito” antigubernamental. ¿Qué criterios normativos usaron para conferir estatuto institucional a algo que hasta ayer definían como política tumultuaria? ¿Es, acaso, la foja de 140.000 marchantes la que vuelve plebiscito a una protesta? ¿Su carácter pacífico? O, más burdamente, ¿es el tipo de intereses que representa? Dado el impecable historial de pavor a las masas y a los desbordes extrainstitucionales que han ostentado tales sectores de opinión tiendo a inclinarme por la última opción: cuestión de intereses políticos. Los últimos paladines de la defensa procedimental de la democracia han extraviado sus papeles. Lamentable, la honestidad de su alegato institucional siempre tuvo poca credibilidad.

* Sociólogo. Profesor de la Flacso-Ecuador

lunes, marzo 10, 2008

tiempo sin charlie

lo escuché durante toda mi secundaria, entre las 13 y las 14, mientras esperaba que el sol bajara un poco, debajo del aquel ficus y frente a aquel taller mecánico oxidado.

en los 90s sólo bastaba mi filosofía barata y los zapatos de goma


Conozco un empleado que fue muerto de pena
enamorado de las sirenas.
El cine de mi barrio ya me mostró la escena
no tu alma y quería tus venas.
Y en este torbellino dónde nada importa
me sentí solo y te perdí
pero sí vi tus ojos y hasta comí la arena
quise quedarme pero me fui.
Filosofía barata y zapatos de goma
ni ésta mentira te hace feliz
quise quedarme cuando morí de pena
quise quedarme pero me fui.
Y en la terminal
y en la terminal
estoy descalzo y te espero a ti.
El ómnibus se ha ido
el amor se ha vencido
quise quedarme pero me fui.
Filosofía barata y zapatos de goma
quizás es todo lo que te dí.