jueves, enero 29, 2009

La verdad de Gaza (II)

Por lo de Gaza, no creo que el ataque israelí como respuesta a los cohetes palestinos tenga solo que ver con las elecciones. Puede que me haya explicado mal. Por el lado de Israel, hay también el miedo a que Hamas se haya fortalecido como lo han hecho los Hezbollah de Líbano, y la voluntad de aprovechar de los últimos días de la presidencia de Bush para serrar la cuenta con Hamas. Creo que cuestiones de esta envergadura no se explican principalmente con las ventajas económicas que le pueden sacar algunos especuladores, y me parecería incluso levemente racista con respecto al estereotipo del judío apegado solo al dinero verlo de esa manera. Del embargo a Gaza, por ejemplo, se han beneficiado comerciantes egipcios y palestinos, además de israelíes. Pero eso pasa en todos los países, y hasta cuando los nazis encerraban a los judíos en los guetos sin dejarlos salir para comprar comida. Otra cosa es como se sale de todo eso. Te vuelvo a decir que a mi no me gusta mucho Hamas, en realidad no solo por ser integristas sino también porque creo que la solución militar del conflicto no existe, aun menos en el caso de los palestinos, porque no tienen ningún respaldo concreto en los países más poderosos. Creo que el único país que ha echado al embajador israelí en protesta contra lo que pasa a Gaza ha sido Venezuela. Así que temo que la pulseada para ver cual de los dos pueblos va a aguantar más lutos y sufrimientos va a seguir para rato, y lamentablemente la opción militar está tomando cada vez más fuerza. Justo hoy Hezbollah ha disparado unos cohetes contra el norte de Israel, hecho que puede hacer dudar que se haya tratado de una estrategia coordinada entre Hamas y Hezbollah para poner al gobierno de Israel en una situación muy complicada. Lamentablemente parece que los dirigentes políticos de todos los bandos se preocupan más del sufrimiento que le pueden causar a su enemigo que de las consecuencias que puede sufrir su propia gente. Es una lógica despiadada, pero de momento no se ven alternativas concretas.

En Cisjordania hubo y siguen habiendo algunas protestas pacifistas contra la construcciones de la muralla, por ejemplo en Beilin, con algunos éxitos, pero se trata de poca cosa con respecto a la magnitud de las injurias de los colonos y del ejercito israelí que los defiende. Como en todos los conflictos étnicos el objetivo de los contrincantes es la limpieza, la eliminación fìsica, por muerte o por deportación, del enemigo. La misma ministro y candidata del partido de centro Kadima a las elecciones ha declarado que si se crea el estado palestino todos los palestinos de ciudadanía israelí tendrían que ser expulsado del país e irse a vivir en el nuevo estado. Estas dos lógicas, la de Israel y la de Hamas, son muy parecida, pero la diferencia está en que el primero nació en 1949 de un hecho impulsado por la ONU prescindiendo de los derechos del pueblo palestino y realizado con su expulsión planificada por parte de los israelíes. Se trata de un proyecto colonial que incluso fue apoyado en un primer momento por la URSS, y que del lado de los países occidentales tiene la importancia fundamental de controlar las zona de mayor producción del petróleo y el canal de Suez (por ej., cuando Nasser quiso nacionalizar al canal las tropas israelíes intervinieron junto con ingleses y franceses contra el ejercito egipcio). Y de hecho los discursos de muchos intelectuales israelíes pseudo moderados y de los medios de comunicación, por lo menos en Italia, están claramente plagados por el así llamado (por el intelectual palestino radicado en EE.UU. Edward Said, que tu quizás conoces) "orientalismo", o sea por el pensamiento colonial o post colonial, que se presenta como la forma no tan oculta de racismo culturalista.

La estrategia de Hamas y de otros grupos palestinos de los kamikaze, que yo creo tiene que ver con la diferencia enorme de fuerza militar y mucho menos con cuestiones culturales o religiosas, le ha dado aún más legitimidad a este discurso orientalista, donde el árabe o el musulmán en general resulta ser el inculto, incivilizado, el enemigo del progreso (o sea de nosotros) y de la civilización. Y los mismos musulmanes colaboran con esta visión: en las marchas pro Palestina realizada en Milàn y en Turìn participaron muchos inmigrantes musulmanes que han terminado rezando en las plazas, cosa legítima pero muy dañina desde el punto de vista político. Bueno, otra vez me he dejado llevar por el argumento y me he demorado demasiado. Disculpa si te he aburrido, aunque creo que desde el punto de vista antropológico hay unos cuantos temas interesantes para reflexionar, a partir por ejemplo del pensamiento de Frantz Fanon.

Un abrazo. Amedeo

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