viernes, febrero 26, 2010

estorninos (parafraseando)


Era una pena contarle lo de los estorninos, y que no respondiera. Sólo quería contarle sobre el vacío que dejaron.

Lo más encantador de la historia de los estorninos no es pensar en los que se fueron, tampoco en los que llegaron (por que sí, han vuelto otra vez, ayer, a la misma hora de siempre), sino en los que se quedaron, en los que lograron sobrevivir.

Después de estos largos 2 meses puedo ver lo que se llevaron los estorninos (se llevaron órganos enteros, pero confío en que nacerán otra vez), y recibir lo nuevo que nos traen y lo que no nos traen los gorriones, y soñar con el regreso de aquellos pájaros que tanto nos dieron y que se fueron a dar la misma alegría a otro lado (¿por qué no?)

Y bueno, aquí también entra el pensar en cuáles regresarán, si hubo quienes se quedaron en el camino, o nuevas almas han venido a conocer esta ciudad. ¿Qué nuevos paisajes habrán visto? Nunca serán los mismos y el que los espera ya tampoco será lo mismo.

Como sea, existieron, y los extrañaba.

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