viernes, septiembre 21, 2007


"hay que rogar que sea largo el viaje"
Kavafis


León regresa, marchándose como una ave que escapa a la vista, acompañado del discreto Antonio, y rechazando la inmortalidad que le ofrece su ninfa enamorada (madrid).

Demoró su retorno a su Ítaca sólo para fundar su Odisea, y al igual que el héroe, cada vez que cuente historias extrañas, inauditas, contará la verdad.

Posidón, que la tierra rodeas, escucha y no niegues el cumplimiento de las cosas que para ambos te pedimos. Ahora que los amigos se van, y su tropel de prodigios con ellos, nosotros, los que quedamos, que vemos el mismo mar y sus olas inmensas, nosotros, los hijos de Sísifo, que sentimos miedo del negro destino, te pedimos también que nuestra ruta no quede incumplida y sin logro.

Navegamos no sin dolor, más seguros de que algún dios nos guiará.



Musa, dime del hábil varón que en su largo extravío
tras haber arrasado el alcázar sagrado de Troya,
conoció las ciudades y el genio de innúmeras gentes.
Muchos males pasó por las rutas marinas luchando
por sí mismo y su vida y la vuelta al hogar de sus hombres,
pero a éstos no pudo salvarlos con todo su empeño
que en las propias locuras hallaron su muerte. !Insensatos!
Devoraron las vacas del Sol Hiperión e, irritada
la deidad, los privó de la luz del regreso.

La odisea
Canto I

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye loco, en diciembre me voy a Guayaquil a verte, de ley, así que no tengas miedo al negro destino.

Anónimo dijo...

O... vienes tú a Quito, ¿o no?