domingo, junio 21, 2009

sin ti

Aqui, ahora, empieza la historia de mi dolor.

No tengo excusas, me equivoqué, no supe jugar limpio. Soy un hombre que se equivoca, un hombre vulgar. Quiero llorar, llorar allá en el fondo, llorar las cosas impensables, y dormirme en un cama pequeña. Quiero tener un sueño tranquilo, y dormir con la suavidad de la luna sobre las estrellas.

Este dolor será bello, como la historia que lo provoca. Será un dolor perfecto, grande, tendrá el tamaño del amor.

Y este dolor me volverá un estrella. Ahora lo entiendo. Me volverá un extravío suave. Una estrella hundiéndose en la esquina de las sensaciones. Este dolor me volverá una estrella. Una estrella.

El aire está sucio en la ciudad. Y yo, yo sólo estoy de pie frente a este vidriera, y me pregunto cómo sobreviviré a esto, si este es el fin, porque todavia me cuesta creerlo.

La tragedia de mi vida es la tragedia de todas las vidas. Es lo que comparto con los demás, lo único que me une al mundo.

1 comentario:

León Sierra dijo...

Sobre la vulgaridad:

TRÍGORIN
(Buscando en el libro) Renglones once y doce. Aquí está… (Lee) “y si un día necesitas mi vida, ven y tómala”.

ARKÁDINA
Pronto estarán dispuestos los caballos para el coche.

TRÍGORIN
(Para sí mismo) “y si un día necesitas mi vida, ven y tómala”.

ARKÁDINA
¿Tienes todo preparado?

TRÍGORIN
Sí…, sí… “y si un día necesitas mi vida…” ¡Quedémonos un día más! ¡Quedémonos!

ARKÁDINA
No, querido… ¡Sé lo que te retiene aquí! Pero debes dominarte… ¡Mantente dueño de ti mismo!

TRÍGORIN
Trata de ver todo esto como una verdadera amiga… ¡Te lo ruego! Tú eres capaz de sacrificarte… ¡Demuéstrame que eres mi amiga…! Autorízame…

ARKÁDINA
¿Hasta ese punto te ha fascinado?

TRÍGORIN
Me atrae… Tal vez sea lo que necesito.

ARKÁDINA
¿El amor de una pequeña provinciana?

TRÍGORIN
Todo el mundo se duerme a veces de pie. ¡Unos sueños maravillosos y dulces que se han apoderado de mí! ¡Déjame!
ARKÁDINA
¡No, no…! ¡No soy más que una mujer vulgar, no se me puede hablar así.

TRÍGORIN
Si quisieras, podrías ser una mujer extraordinaria. ¡Un amor joven, maravilloso o impregnado de poesías, capaz de transportarnos al mundo de los sueños, es lo único que puede darnos la felicidad sobre la tierra! ¡Nunca he experimentado un amor semejante!

ARKÁDINA
(Rabiosa) ¿Te has vuelto loco?

TRÍGORIN
¿Y por qué no?

ARKÁDINA
¡Todos se han propuesto martirizarme hoy!

TRÍGORIN
No comprendes… ¡No quieres comprender!

ARKÁDINA
¿Acaso soy tan vieja y tan fea que se me puede hablar de amor hacia otras mujeres sin el menor embarazo? (Abraza y besa a TRÍGORIN) ¡Te has vuelto loco! ¡Mi sol! ¡Adorado mío! (Se arrodilla ante él) ¡Si me dejas, aunque más no sea por una hora…, no podré soportarlo! ¡Me volveré loca, amado mío, hombre maravilloso, dueño mío!

TRÍGORIN
(Le ayuda a levantarse) Puede entrar alguien…

ARKÁDINA
¡Que entren…! ¡No me avergüenzo de mi amor por ti! ¡Mi niño atolondrado, cabecita loca! ¡Quieres hacer locuras, pero yo no te lo permitiré…! Eres mío…, mío… ¡Esa frente, esos ojos…, son míos también… ¡Todo tú me perteneces…! ¡Eres tan inteligente…, tan profundo…! ¡Eres el mejor de los escritores modernos! ¡Tus personajes son auténticos seres vivos! ¡Es imposible leer tu obra sin admirarla! ¿Crees acaso que todo esto son halagos? ¡Pues mírame a los ojos…! ¿Tengo aspecto de mentirosa? Soy la única que sabe apreciar todo tu valor. ¡La única que te dice la verdad! ¡Amado mío! ¡Mi tesoro…! ¿Te vendrás verdad…? ¿Si…? ¿No me abandonaras?

TRÍGORIN
¡No tengo voluntad propia! ¡Nunca la he tenido! ¡Tómame! ¡Llévame contigo pero no me permitas alejarme ni un solo paso de ti!

ARKÁDINA
Por supuesto puedes quedarte, si lo prefieres… puedes venir la semana que viene… ¿Qué necesidad tienes de salir hoy mismo, después de todo?

TRÍGORIN
No…, será mejor que nos marchemos juntos.


Antón P. Chéjov/La Gaviota
Acto Tercero