Algo sucede al otro lado del oceano. Un amigo, un dolor, y yo tan lejos. En cuestión de segundo recuperamos esa vieja amistad. "¿cómo estás?, "mal hermano, mal". Me pide consejo para su pena, y yo sólo puedo hablarle desde las propias. Imagino como estará, lo que vivirá estas noches, cuando vuelva a casa y no esté. "Yo le hice la maletas", yo no tuve tiempo. ¿qué hacer?, no hay mucho por hacer. Ni siquiera cabe la pregunta.
1 comentario:
Podrìa decir bien hecho a èl, pero es demasiada pena para sentir alguna "resaca".
Tu pena al contrario, tu pena es distinta, màs limpia, con màs verdad ( dentro de lo que por verdad entendemos)
A todas estas no soy nadie para decirlo, sòlo para saberlo!
Un abrazo y da la pelea!
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