Este movimiento que hago hacia ti es sólo eso, movimiento, déjame pensarlo así, lo único real en un tiempo como este, un tiempo que te destruye cuando intentas explicarlo. Estos son los actos desesperados de los que un día creyeron que serían amados sólo por ser jóvenes, sólo por su forma de esperarlo todo.
domingo, noviembre 05, 2006
Sus manos, con lúnulas grandes.
Esas manos existen.
En su vientre, se reacrean todos los jugos que acumula desde que nació. Dejarlos dentro, poco destino, para tales almizcles. Un olor a árbol recien cortado me espera.
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