miércoles, julio 15, 2009

cotidiano II

La vida cotidiana tiene reglas que cambian a diario. Tomamos una calle, y no otra, de forma inconsciente. Pero tal vez tomamos una calle, y no otra, porque en una de ellas un Dios ha muerto.

En la vida cotidiana, una cosa que era cierta nos miente, un deseo nos miente, un beso nos miente.

Cada paso que demos será el último del día. Cada gesto nos recordará la incertidumbre, cada palabra nombrará lo que no existía hasta entonces.

Cada lugar que elijamos tendrá esa doble esencia de las cosas.


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