lunes, mayo 18, 2009

historias mínimas: 60


Durante la celebración de ayer, sentados en aquel restaurante, ocurrió una coincidencia curiosa. En nuestra mesa vecina, una familia disfrutaba de la comida y de la novedad del nuevo miembro de familia: Emilio, 8 meses. Los abuelos se disputaban las atenciones para Emilio con la joven pareja.

Empezaron en mi mesa a cantar, y eso llamó la tención del abuelo y de Emilio. El abuelo, sin levantarse, dijo mi mujer también cumple años, 60, ¿de quién es el cumple?. Las miradas y los dedos sobre mí, felicidades. Le ofrecimos un poco de tarta, pero su mujer, adelantándose a la reacción de todos, nos dijo que no, sin darse cuenta del gesto de consentimiento de su esposo.

Un poco antes de irse de la mesa, el hombre aquel se acercó, gracias por la invitación. Nos volvió a contar que su mujer cumplía años, y cuando comenzaba a tomar ritmo para contarnos alguna anécdota, su mujer lo tomó del brazo, pidiendo disculpas. Es demasiado tímida, no le gusta relacionarse, le cuesta, pero es la mujer con la que llevo 39 años. La tomó del brazo, le dió un beso, y volvieron a la mesa, donde Emilio los esperaba ya dormido.



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