miércoles, junio 18, 2008

hijos de puta

La ONU viene promoviendo desde hace algún tiempo la tranformación del discurso de la cooperación internacional, incorporando en ella el paradigma de los derechos humanos. La idea consiste en identificar, dentro de los escenarios de intervención de la cooperación, no problemas/carencias, sino derechos humanos que deben ser restituidos. Esta visión implica una identificación de los actores responsables de la consecusión (o violación) de ese derecho (Estado, Organismos Internacionales...).

Hasta aquí suena todo bien.

Pero la lógica del discurso de los derechos es para fuera de casa. Porque dentro, la lógica es otra.

Según la normativa aprovada por el parlamento europeo (léase La Europa de la verguenza) los inmigrantes podrán ser retenidos por un período de hasta 18 meses mientras se tramita su salida del país y, una vez expulsados, no podrán regresar a la UE en cinco años. La ley también contempla la posibilidad de repatriación para los menores de edad no acompañados por sus padres. La ley, que debe entrar en vigor en 2010, afectará a unos ocho millones de inmigrantes ilegales que se calcula viven en los 27 estados miembros de la UE (BBC mundo).

Esta ley, vergonzosa, que criminaliza a las personas-indocumentadas (he aquí el nuevo sujeto del XXI), viola el más simple de todos los derechos: el derecho a la supervivencia.

¿Dónde están los organismos internacionales de defensa de los DD.HH. denunciando esta violación? ¿Dónde está toda la flora y fauna creada para promulgar este paradigma en el Sur -pero jamás en el Norte-?

No están. Porque todos, todos, todos son unos hijos de puta.

No hay comentarios: