domingo, diciembre 13, 2009

samba saravha


Salgo a tomar el aire. Me hace bien caminar por este otoño amarillo.

Un camión se estaciona, los vecinos asoman sus cabezas por las ventanas. A la gente le gusta ver llegar las pertenencias de los nuevos inquilinos. La laxitud de esta mañana me recuerda la forma como la samba fue llegando. Suave, con encanto, con gracia.

Me gusta imaginar otro final. Imagino que volvemos de algún lugar, que pasamos comprando pan, salmón ahumado y vino. Tomamos el ascensor. En la habitación tomaré la guitarra, mientras ella prepara algo.

[Ojalá las relaciones fueran la secuencia de una comic. En la primera escena nos golpeamos, y en el siguiente fotograma estamos de pie, en perfecto estado]

Ella se va, pero la samba queda. saravha.



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