jueves, abril 08, 2010

la tristura: cartas

Amigo, amor, amante, díme que me amarás siempre. Olvídemonos esta noche de la historia, de las veces que caí ante tí. Estos son días que no volverán. Nuestro verdadero error es que supimos que éramos jóvenes mientras lo éramos. Cállate ahora, no me hables más, pensemos sólo que esto que hacemos juntos es algo que el mundo debe ver. Nuestro amor es el movimiento común que nos une en la mañana y nos hace caminar hasta la noche entre la adolescencia y la muerte. Siempre hay una hora del día que piensas, ¿para qué quiero conocerte más si mañana tendré que pasar la misma prueba? Si conocerse es guardar el secreto durante años, creo que nos hemos conocido. Si sólo pudieras conocer a una persona más, ¿me elegirías a mí? Si sólo pudieras conocer un día más, ¿sería este?

Este movimiento que hago hacia ti es sólo eso, movimiento, déjame pensarlo así, lo único real en un tiempo como este, un tiempo que te destruye cuando intentas explicarlo. Estos son los actos desesperados de los que un día creyeron que serían amados sólo por ser jóvenes, sólo por su forma de esperarlo todo. 

actos de juventud

No hay comentarios: