El jazz es el único arte que nos permite ver el momento de su creación. Nada está dicho en el jazz. Es el riesgo máximo, la libertad creadora, la novedad incesante, el desierto de las decisiones personales, que devienen en arte. La clave está en olvidar, y verlo todo como si fuera la primera vez. "Es sólo un latido", dice Cortázar.
Nunca antes escuché a Mingus, nunca antes escuché a Ellington.
2 comentarios:
Cortázar no leyó a Stanilavsky.
Definitivamente.
Otra cosa es que en las tablas, en los lienzos o en los mismos pentagramas, no podamos ver a demasiados Elington, Simone o Bakers...
Buen Año, lleno de descubrimientos.
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