martes, marzo 23, 2010

respuestas


Llego al semáforo de Moncloa, me detengo y espero la luz. Dos mujeres conversan sobre el sol, hay demasiadas nubes en el cielo, comentan. Cuándo saldrá el sol. Se quejan. Me acerco a David, le pregunto qué tal el día, me dice bien, y por suerte no hay sol, porque así puedo estar más tiempo en la calle






1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando hay tantas nubes nos fijamos en la forma de cada una de ellas, la escala de grises que tienen, intentamos adivinar si traen o no lluvia consigo, de dónde vienen, les sacamos parecidos con las cosas que hay a nuestro alrededor ("esa parece un conejo" "esta otra un barquito") y además sentimos o presentimos que detrás está el sol.

Y por suerte no hay sol, porque así podemos apreciar mejor las nubes.