domingo, mayo 23, 2010

día 23: mind your own beeswax!

No ha sido una semana fácil para nadie. S está triste, C sigue triste. Y yo, yo he llorado "like a little bitch" (aunque mis amigas me puedan matar por esta expresión). 

Pero ayer las coincidencias estuvieron a favor de los tres.  Y a la salida del metro encontré un puesto improvisado de basura urbana. Entre cerditos de plástico y abanicos rojos, encontré a Sendak, otra vez. Recordé el día que fui a ver la versión de Spike Lee. S y yo llegamos al cine muy temprano, así que nos pusimos al día. Era diciembre.

Y allí estaba, Sendak, una impresión de 1984, ligeramente roída por fuera,  pero intacta por dentro. La compré inmediatamente, no sin antes pedirle permiso a su viejo dueño para tomar algunas fotos. ¿Estás haciendo un bodegón urbano? La pregunta me sorprendió. Le dije que sí. Me sonrío y me dijo que le diera 50 céntimos más para un bocadillo. Le di un euro.

Después de la copiosa comida en casa de mi tía, el pastel y la charla (ineludible) sobre mi vida mi futuro mi ex mi corte de pelo mi forma de vestir mi delgadez mis estudios mi vuelta al ecuador mi para cuándo y mi para qué, escapé a Lavapies.

Mientras apretaba el botón del 2B, escuché una conversación de un grupo de mujeres. Una de ellas hablaba sobre su vida. Crecí en un orfanato, mi hermano y yo, pero fuimos felices a pesar de todo. Fue una infancia feliz, y he tenido una vida normal. Aunque tengo miedo a ser abandonada, y a veces he notado que me comportó de una forma extraña, sobretodo con mis parejas. A veces tengo miedo que me abandonen.

S abrió la puerta. Le di un par de besos, le di sus regalos (tarta y el libro de Sendak) y salimos para el cine. Nos quedaban todavía unos minutos, así que C subió a conocer la terraza de la Casa Encendida.

Vimos Beeswax, de Bujalski. Vimos el sueño de algunas y algunos, "a vintage clothing shop". Vimos a la gente ocuparse de sus asuntos. Y creo que eso nos hizo bien a todos.








1 comentario:

Anónimo dijo...

Efectivamente, alguna de tus amigas puede matarte por el comentario (yo entre ellas..., este tipo de cosas son las que hay que ir desterrando, pequeño)

Esa conversación me la tienes que contar más en profundidad, qué interesante.