Llevo años perdiendo cosas. He perdido casi todo cuanto se puede perder: llaves, libros, ropa, fotos, móviles, billeteras, dinero, mochilas, la estación del metro...la lista es interminable.
Lo bueno de este despiste constante (y que se perfecciona con los años) es que aprendes a desprenderte de las cosas. Este déficit atencional finalmente te obliga a no tomarle tanto cariño a las cosas, entiéndase, los objetos, porque sabes que finalmente, al cabo de un tiempo, desaparecerán.
Es una visión anticapitalista desde el déficil atencional.
Lo bueno del déficit es que, por ejemplo, cuando tuviste una infancia dura (llena de aprietos económicos, violencia policial, persecusión política, divisiones familiares) te alegras porque fuiste feliz, y fuiste feliz porque sólo te diste cuenta de la mitad.
3 comentarios:
Ay que gracioso! mira còmo me rìo!
La visiòn positivista del ADD. Yo que lo defiendo como condiciòn hasta el dìa de hoy, ya que siempre nos tacharon de vulgares "descuidados", para mì es siempre el diagnòstico màs reinvindicador y còmo me satisface decir: Mira lo que tu tienes es esto!
Y, si coincido hoy en dìa he reducido mis pertenencias a dos maletas. una de zapatos y una de cosas varias, ambas en mi mano corren riesgo!
Debido a este deficit tengo un telefono q vale menos de 20 dolares xq se que lo dejo en cualquier parte, y es verdad, me desprendo facilmente de las cosas xq se que igual facilmente las perderé. DEberiamos actuar igual con las personas? asi dicen esas filosofias orientales, cero apegos con las cosas y personas... discutible.
Con las personas es más complicado. Con las personas deberíamos tener una oficina de "objetos" extraviados, tanto para entregar como para recuperar.
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